27 de agosto de 2008

Confío mucho en vos, no me preguntes porqué. ¿Acaso sea el destino, o la insolita sensacion de aquello que ocurre una vez? Confío, como si te conociera de siempre o te hubiera visto ayer. Presiento tus gustos, y me parece saber, las cosas que te enojan, o dejas de querer. El tono de la música, que arrebata tus horas, y el color preferido que dibuja el pincel. Así, de esta extraña manera, todo me resulta distante y cercano, etéreo y corpóreo, ahora y después. Confio mucho en vos... no tiene importancia preguntarme por qué!

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